A la sociedad jalisciense:
La madrugada del viernes 19 de junio la LXII Legislatura de Congreso del Estado de Jalisco, a propuesta de los grupos parlamentarios de los partidos Movimiento Ciudadano y Acción Nacional, aprovechó la emergencia de la pandemia del COVID-19 y aprobó una reforma que recorta a la mitad el tiempo de las campañas, retrasa su inicio y mantiene el mismo presupuesto.
Esta maniobra se intenta justificar dentro de la emergencia sanitaria; sin embargo, define de manera excesivamente anticipada un recorte que tiene por objeto que los nuevos partidos políticos, candidaturas independientes y de oposición no tengan tiempo suficiente para comunicar sus plataformas. En contraste las candidaturas de dichos partidos podrán buscar la reelección con la amplia ventaja por ser gobierno en turno.
Nuestro sistema político electoral ha avanzado para garantizar la equidad, la transparencia y la legalidad de todos los participantes. Las campañas políticas y en general los procesos electorales están pensados para garantizarle a la ciudadanía mecanismos para decidir informada y libremente cómo se ocupan los cargos de elección popular.
La posibilidad de evaluar a quienes detentan el poder y de relevarles con alternativas políticas es central para poder seguir consolidando nuestro régimen democrático, que no es algo terminado, sino que requiere atención permanente y trabajo continuo.
Sin embargo; en muchos sentidos se atestigua en Jalisco la anulación del principio de la separación y autonomía de poderes; dejandolos sumisos frente al ejecutivo. En Hagamos consideramos que en una democracia moderna no debe haber control sobre la libertad constitucional.
Las elecciones se tratan del derecho de la gente a elegir a sus mejores representantes y gobernantes de la más amplia gama posible. Por eso no más madruguetes, mayoriteadas, ni violaciones de procesos.
Llamamos a las fuerzas políticas que la han promovido a no permitir la entrada en vigor esta reforma constitucional que atenta contra los principios de nuestro sistema democrático.