¿A quién espía Enrique Alfaro?

En Hagamos vemos con preocupación y nos oponemos a que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, haya decidido, a espaldas de la ciudadanía, utilizar 105.5 millones de pesos provenientes de los impuestos de la gente en un servicio de espionaje con fines desconocidos para todo el pueblo de Jalisco.

Luego de que una investigación reportara que el Gobierno de Jalisco ha venido utilizando millones de pesos en pagar servicios y dispositivos de espionaje que, en esencia tienen la función de intervenir con sistema de geolocalizaciones y extracción de datos de dispositivos de manera discrecional, Hagamos exige a la autoridad estatal que explique el porqué de estas acciones.

Mucha de la inquietud que provocan esta investigación es la opacidad con la que, como dijimos antes, se usan los recursos, pero también los motivos que justifiquen actividades de espionaje.

Las y los ciudadanos merecemos saber lo relacionado a la contratación de estos servicios y dispositivos, además de los mecanismos para determinar sus objetivos y los resultados que ha dado dicho proyecto.

Ante la escalada de violencia y delincuencia que prevalece en nuestro estado, debemos cuidar que estas herramientas sean utilizadas de manera táctica, bajo lo estipulado en la ley y que se garantice que no se haga uso político o incluso personal en contra de ciudadanos.

Basta de opacidad y de actos por debajo de la mesa con los que se han conducido para realizar estas acciones, pues levantan la sospecha de que se pueden usar con intenciones personalísimas y turbias.

ATENTAMENTE

HAGAMOS.

Exigimos que Alfaro no renuncie a darle seguridad a nuestro estado

Luego de los episodios de violencia que ocurrieron en Jalisco el pasado martes 9 de este mes, causados por bandas criminales, lamentamos profundamente las declaraciones del gobernador y le exigimos que cambie la actitud con la que ha tomado el tema de violencia de nuestro estado con muestras de improvisación y de ligereza que solo han llevado a brindar datos y mensajes erróneos a la población, pero más importante, sin ninguna persona que responda a los delitos.

Sumado a lo anterior, descaradamente, el mandatario declaró a través de distintos medios y de redes sociales para continuar desinformando y creando un ambiente falso de seguridad al señalar que la “situación está bajo control”, cuando la realidad era que algunas zonas de la ciudad se encontraban en un momento de tensión y preocupación. Esta situación nos recordó a lo ocurrido en Culiacán, cuando a pesar de las críticas del partido del gobernador ahora se repite en nuestro estado. Pareciera que actuó justamente de la manera que condenó hace años.

En nuestra organización reconocemos el gran problema de inseguridad que vive nuestro estado y que debe ser atendido sin pereza gubernamental y sin caer en el gravísimo error de legitimar las acciones que los criminales cometen.

La obligación del gobierno del estado es garantizar la seguridad de la población. Para esto, cuenta con recursos para tomar decisiones con inteligencia, análisis de datos y herramientas tecnológicas como el Escudo Urbano C5 que está a su cargo. Nada de esto hemos visto.

Lo que vimos fue una derrota para el Estado Mexicano y Jalisco, una ausencia absoluta del Estado de derecho y pocas o ninguna intención por restablecerlo. El gobernador, bajo su encargo debe garantizar la seguridad a todas y todos los jaliscienses sin replegarse y ceder terreno. La importancia y la diferencia es que tengamos un gobierno a la altura, capaz de contener los ataques de violencia y coordinarse con otras esferas de gobierno para hacerle frente a este problema que hiere a las familias.

ATENTAMENTE

HAGAMOS