Hagamos lamenta el pobre papel del Poder Judicial del Estado de Jalisco que hoy llega a su informe de actividades y busca esconder la crisis institucional que atraviesa.
Jalisco se encuentra en uno de sus momentos más delicados en cuanto a seguridad y justicia y el desempeño del Poder Judicial, a cargo de Daniel Espinosa Licón, parece más de complacencia y sometimiento al gobernante que de cumplimiento a sus obligaciones constitucionales.
El Poder Judicial de Jalisco se encuentra en su peor momento con bajos índices de efectividad, ubicándose entre las cinco entidades federativas con mayor impunidad, pues sólo se atiende al 18% de los casos ingresados, presentándose un rezago de casi el 99% que sugieren más de cien mil casos a los que simplemente no se les garantizará el acceso a la justicia. Más lamentable aun cuando el propio magistrado presidente ha aceptado este rezago y no ha emprendido acciones para abatirlo o al menos abordarlo.
De igual manera este poder constitucional es uno de los que presentan más atraso en la implementación de Tecnologías de la Información y el Conocimiento de todo el país. A pesar de que el magistrado presidente Espinosa Licón prometió que lo llevaría a la vanguardia tecnológica, la modernización del sistema judicial sigue pendiente aun cuando se sigue presupuestando grandes sumas de recursos sin que se presenten buenos resultados. La promesa de que en 5 meses se digitalizarían la mayoría de los procesos no sólo no se ha cumplido, sino que parece que el esfuerzo radica en postergar lo más posible la modernización de las plataformas de colaboración judicial, salas de videoconferencia, telepresencia, bibliotecas virtuales, notificaciones digitales, juicios en línea, turnos electrónicos, publicación digitalizada de del boletín judicial, libretas electrónicas. Esta promesa nos ha costado tiempo y ha abonado al rezago, pues, representa más de cien millones de pesos del erario y cinco millones de dólares por parte del Consulado Americano que simplemente no se ven reflejados en los juzgados o la práctica judicial.
También hemos denunciado malos manejos en la asignación de magistrados que, sin los procesos de que la ley exige, han ocupado sus cargos de manera arbitraria y opaca. Resulta sorprendente que en un estado donde la impunidad aumenta se busca la lealtad antes que la capacidad, donde un Poder Judicial que debe ser independiente y contrapeso hostiga, criminaliza y abandona a sus trabajadores con tal de complacer al gobernador.
Hagamos continuará denunciando estos hechos y exigiendo al Poder Judicial que eleve sus miras para estar a la altura que las circunstancias y la población jalisciense le reclaman.
ATENTAMENTE
HAGAMOS.